La alerta amarilla en Bogotá evidencia las distintas situaciones que sufre nuestro país, entre ellas, los problemas de contaminación.
La última alerta amarilla, que se levantó el pasado sábado, nos da el pie para que te contemos qué significan este tipo de alertas, qué hacer en cada caso y cómo evitarlas.
Alerta amarilla…¿y qué más?
Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, las alertas son medidas de pronóstico y preparación, relacionadas con la información previa que existe sobre la evolución de un fenómeno y las acciones y tareas que deben asumirse para enfrentar la situación que podría suceder.
Se aplican ante distintas situaciones como desastres naturales, problemas de contaminación, cuestiones climáticas, entre otras.
Los diferentes tipos de alertas son:
- Alerta Amarilla
Se declara oficialmente divulgando información sobre la actividad o evento que se presenta y que puede convertirse en riesgo. Este tipo de alerta implica convocar al Comité para la Prevención y Atención de desastres, ubicar los puntos críticos y definir mecanismos de vigilancia, alerta máxima y evacuación si fuera necesario.
- Alerta Naranja
Indica la presencia de un fenómeno, aunque no necesariamente una amenaza inmediata. Busca generar mayor vigilancia y preparación de los ciudadanos. Implica preparar los operativos para una posible evacuación, informar a la comunidad sobre los sistemas de aviso en caso de emergencia y establecer alistamiento de equipos y personal.
- Alerta Roja
Es cuando se puede ocasionar un fenómeno con efectos adversos sobre la población. Las acciones que implica la declaratoria de la alerta roja incluyen activar las alarmas preestablecidas, evacuar y asegurar a la población afectada, movilizar los operativos según los planes de emergencia y atender a las personas en sus necesidades básicas.
Hay que considerar que estas alertas no corresponden únicamente a problemas de contaminación sino a todo tipo de fenómenos que puedan suceder.
¿A qué correspondía la alerta amarilla de Bogotá?
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales explica que los problemas de contaminación atmosférica están relacionados con la presencia en el aire de pequeñas partículas o productos gaseosos que pueden implicar riesgo, daño o molestia para los seres vivos expuestos a dicho ambiente.
Los medios más importantes por los que se produce la contaminación atmosférica se concentran en los procesos industriales en donde se realiza combustión, así como por automóviles.
La alerta amarilla de la ciudad de Bogotá se generó por las “condiciones meteorológicas que se presentaron”, manifestó la Secretaría de Ambiente. Sin embargo, debido al temporal y al éxodo de vehículos de la ciudad por Semana Santa, finalizó la alerta.
De todas maneras son eventos que pueden ocurrir habitualmente. Por ello debemos tomar todas las consideraciones necesarias. Como ciudadanos necesitamos hacer pequeños cambios para revertir estas condiciones. Además de utilizar en lo posible el transporte público, podemos ayudar mejorando las condiciones de nuestros vehículos, evitando que despidan gases contaminantes.
Recuerda que al contratar el seguro para auto se consideran las condiciones de tu vehículo.