Indispensable que al momento de movilizarte en tu vehículo estés tranquilo. Por eso queremos orientarte tanto en la adquisición de tu seguro como en el mantenimiento preventivo para que puedas recorrer las vías del país sin preocupaciones.
¿Qué es mantenimiento preventivo?
En este punto es importante hacer la diferenciación entre mantenimiento preventivo, correctivo y predictivo:
Cuando hablamos de mantenimiento preventivo nos referimos al proceso que se realiza de manera anticipada para evitar averías o el desgaste excesivo de las partes de tu vehículo.
El principal objetivo al momento de un mantenimiento preventivo es detectar fallas que puedan llevar al mal funcionamiento del automóvil. Realizar ajustes, limpieza, lubricación, calibración, reparación, cambios de piezas, entre otros detalles beneficiarán la vida útil de tu vehículo.
El segundo concepto, mantenimiento correctivo, hace referencia a reparar o arreglar cuando el daño en el vehículo ya está hecho. En este punto el proceso puede ser más costoso y tomar más tiempo.
Por su parte, el mantenimiento predictivo quiere identificar futuras fallas gracias señales enviadas por el vehículo, ya sean sonidos extraños, vibraciones inusuales, entre otras.
¿Cuándo se debe hacer el mantenimiento preventivo de vehículos?
Para responder a esta pregunta es importante que tengas en cuenta qué vehículo tienes. Aspectos como el tipo de motor y el uso que le das marcarán una diferencia importante al momento de conservar tu auto. Para dar una respuesta concreta identificamos que es usual hacer este tipo de mantenimiento a los 5.000 km, 10.000 km, 15.000, 20.000 km y así sucesivamente.
¿En qué consiste el mantenimiento preventivo?
Cada sistema de tu vehículo es determinante para el correcto funcionamiento del mismo, por eso no puedes dejar ninguno de lado, todos merecen tu atención. Aquí te comentamos algunos de los aspectos que predominan en un mantenimiento preventivo:
- Llantas: debes examinar el desgaste normal en el rozamiento de la banda de caucho contra el piso. Así mismo, la presión de las llantas se debe revisar semanalmente, incluso si estamos hablando de la llanta de repuesto.
- Dirección: Esta revisión se debe hacer según lo aconsejado por el fabricante. Una manera muy sencilla de revisar este sistema es soltar el timón mientras el vehículo está en marcha, si el vehículo tiende a desplazarse hacia los lados evidencia que algún elemento está fallando. Otro factor que te puede ayudar a detectar si está fallando la dirección es examinar la llanta y si esta presenta un desgaste inusual es, en definitiva, un llamado de atención.
- Frenos: es recomendable que cada 2.000 km recorridos revises el nivel del líquido de frenos, debe estar en el nivel indicado por los expertos. Así mismo, recomendable que cada 6 meses realices una revisión del sistema de frenos en general para estar al tanto del nivel de desgaste de los mismos.
- Suspensión: si has sentido que tu vehículo rebota mucho en la marcha y tiene fugas de líquido es tiempo de revisar los amortiguadores. Generalmente el reemplazo de este sistema se debe hacer cada 40.000 km o cada dos años. Normalmente se recomienda cambiarlos por parejas (delanteros o traseros) así no se sentirá tanto el peso económico, pues además no se desgastan todos al mismo tiempo.
- Luces: como todos los demás es un elemento de revisión muy importante. Este no solo te afecta a ti sino que también afecta directamente la vida de los otros conductores que comparten vías contigo. Es recomendable que revises las luces de freno, reversa, altas, medias y bajas todos los días cuando enciendes tu vehículo. Estas deben ajustarse a las normas establecidas según la hora y el lugar por el que transitas.
- Batería: es una pregunta que tenemos constantemente. Lo ideal es revisarla cada tres meses durante los 4 o 5 años de vida útil.
- Escape: a través de este sistema los gases del motor del vehículo se movilizan hacia el exterior. Para estar al tanto del buen funcionamiento del vehículo debes revisar el muffler constantemente para que no tenga agujeros y así pueda seguir adelante con su función.
- Dirección hidráulica: según expertos es recomendable que cada mes revises que el líquido hidráulico esté en el nivel correcto, si no es así se deben identificar fugas en la tubería, en la bomba o en los sensores.
- Motor: lo dejamos para el final, pero no precisamente porque sea menos importante. Debes revisar el nivel de aceite del motor, es el principal aspecto de este. Ten en cuenta que el aceite no debe oler a gasolina y no debe estar en estado pantanoso. Recuerda que necesita ser cambiado cada 5.000 o 10.000 km dependiendo del tipo de vehículo.
Así mismo, las correas y mangueras del motor deben ser revisadas porque no pueden estar desgastadas, corroídas, tener fisuras o presentar cambios de color. El reemplazo de estos elementos se determina según el vehículo. Si quieres conocer más detalles, revisa la guía para el correcto mantenimiento del carro.
Razones para realizar el mantenimiento
- A través de esta revisión puedes reconocer el estado de tu vehículo y sus necesidades. Así evitas futuros imprevistos.
- Si intervienes antes de que se produzca un daño puedes ahorrar dinero en reparaciones y planear los recursos que estarán destinados para tu vehículo.
- Con seguridad que aumentas la vida útil de tu vehículo. Tu carro funcionará por más tiempo y te sentirás más seguro y tranquilo al momento de movilizarte.
Recomendaciones finales
- Recuerda hacer el mantenimiento preventivo según los parámetros establecidos para cada vehículo.
- Siempre ten presente acudir a los expertos, con ellos siempre irás a la fija y no perderás tu tiempo y tu dinero.
- El toque final para que puedas movilizarte tranquilo, después de cumplir con el mantenimiento preventivo, es contratar tu seguro para vehículo.
¡Infórmate, compara y elige!