Caminar por la orilla de la playa, recorrer ferias artesanales, pasear a caballo, una tarde en la piscina. Hacer picnic al lado del río o jugar con la arena haciendo castillitos, son solo algunos de los recuerdos que la mayoría tenemos en la memoria – o en fotografías – de nuestras vacaciones cuando éramos niños.
Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez por qué estos recuerdos son tan bellos? ¿Quién estaba detrás de cada detalle? La respuesta es simple pero hermosa. Y aquí es donde aparece el nombre de tu querida madre.
Conversamos con 9 mamitas de Compara para entender cuál es el secreto detrás de tantas vacaciones mágicas y descubrimos lo siguiente.
El secreto de la magia
La magia de los inolvidables viajes de tu infancia nace de la preocupación por los detalles. Eso nos aseguraron las nodrizas de Compara mientras charlábamos.
Por ejemplo: el equipaje de mano para el viaje. En ellos, según nos contaron, una buena madre guarda siempre:
Juegos, libros para pintar, audífonos, naipes, bolsa para los mareos, mudas, mamadera, leche, agua y comida. ¡Todo enfocado en sus hijos! Por eso nunca nos faltó nada en esos viajes.
Las más modernas incluso nos comentaron que siempre incluían un computador o celular con series de dibujos animados de Netflix descargadas para entretener a sus niños durante el viaje.
Las más precavidas siempre tienen presente los documentos para presentar en la aduana y el voucher de asistencia en viajes, que, como sabes, puedes cotizar y comprar en nuestro sitio Compara.
Siempre de más, nunca de menos
Esa es la máxima a la hora de armar las maletas. Remedios, artículos de primeros auxilios, termómetro, analgésicos para el dolor de cabeza , ropa interior, mucho bloqueador, repelente y ropa para evitar el frío en caso de ser necesario.
Natalia, confirma esta máxima comentándonos que “soy muy exagerada en llevar ropa, que sobre pero que no falte”, asegura.
Laura, en tanto, nos cuenta entre risas que “muchas veces me pasa que me preocupo mucho de las cosas de los niños y me falta espacio para las mías, y tengo que ponerme a sacar cosas”.
Y también están las mamás místicas como Elizabet, quien al ser consultada por su preocupación en torno al equipaje nos comenta: “Cada uno sabe lo que es importante para cada viaje”.
Como puedes ver, tu mamá siempre estuvo preocupada primero de ti antes que de ella en la previa al viaje. En ese momento en donde quizá tu estabas jugando, ella pensaba en ti.
La Paradoja
En contraste a la casi obsesiva preocupación por los detalles de qué y cuánto llevar al viaje, nos sorprendimos al descubrir que a la hora de planificar qué hacer en los viajes, la mamitas de Compara jamás preparan nada y se dejan llevar.
Si de itinerarios se trata, las mamás comparadoras avanzan al ritmo del jazz, es decir, improvisando, no son muy estructuradas. La mayoría realiza su itinerario según recomendaciones de conocidos o de acuerdo a como la vida las vaya dirigiendo. Pareciera que la ley es preocúpate por controlar el presente para asegurar un buen futuro.
Su principal preocupación tiene que ver, de hecho, con otra materia: la protección de la casa cuando la van a dejar sola por semanas o días para viajar. Dejar las llaves con la vecina, regar las plantas, dejar bien cerrado el gas, dejar encargado a alguien de la casa, fueron algunas de sus respuestas.
Una de las cosas que sí planifican para el viaje es contratar una asistencia en viajes para salidas al exterior, ya que “los niños están más expuestos a sufrir accidentes debido a sus altos niveles de energía“, como comenta Catalina.
Las pataletas
Y cómo podíamos olvidarnos de las famosas pataletas de los niños durante un viaje cuando se desesperan o aburren por los trayectos muy largos.
Adriana nos cuenta que frente a las pataletas “lo que me ha servido son cosas para pintar, llevar comidita bien picada por que les toma más tiempo comer, como compota u otros. Tratar que despertarlos antes o que no duerma siesta para que duerma en el avión“.
Sol, en tanto, nos cuenta que es casi “imposible no vivir pataletas en el avión con un bebé”. Y nos da algunos tips para calmar a los lactantes: “importante darle pecho para que se relaje. También hacerlo caminar o si es muy chiquito tomarlo en brazos y llevarlo por el pasillo a pasear. También es una buena estrategia llevarle alguna atracción nueva para que se divierta”.
Lo gracioso
Y como las historias graciosas dentro de un viaje no pueden fallar, les dejamos una que nos contó una de las mamitas de Compara. Dice más o menos así:
“Es imposible hacer una maleta con un enano de 1 año. Siempre quiere meterse adentro y sacarme todo lo que voy metiendo. De hecho sacó unas prendas de mi esposo y no las llevé al viaje”.
Y otro:
“Por un tema de espacio y para distribuir el peso, puse en mi maleta las cosas mas pesadas (zapatos míos y de los niños, chaquetas, útiles de aseo, etc) y en las maletas de los niños cosas mas livianas. Al pasar por la aduana nos pidieron abrir las maletas y cuando mi hijo Jorge (11 años) abrió la suya frente al oficial descubrió que la ropa interior de su hermana y la mía estaban ahí a la vista de todos. Obviamente cuando nos fuimos estaba furioso conmigo por el bochorno que le hice pasar”.
Y un clásico:
“Lo que sobro en nuestro viaje por carretera fue el iPad. Resultó un terrible ya que por lo menos los míos (hijos) se marean y quedó vuelto nada el carro: explosión de vomito por todos lados”.
Por todas estas preocupaciones y momentos inolvidables queremos decirle a todas las madres del mundo (en especial a la tuya y a la mía).
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